No esta mal hablar de vez en cuando con uno mismo, sentarse frente a frente y debatir con el moderador imparcial de la conciencia. La conciencia, ese "pepito grillo" que siempre esta ahí para hacer que tomes las decisiones "correctas". Pero a veces, somos tan contradictorios que tendemos a hablar con mas de una persona en nuestro interior. Una nos dice que la vida es bonita, que nos relajemos a pasarla lo mejor posible mientras disfrutamos de las cosas que nos rodean; mientras otra nos dice que lo estas haciendo mal, confias demasiado en la vida misma y en el destino, no todo es de rosas aunque pretendas verlo así.
A veces todos nos sentimos así, indecisos, turbados... no sabemos si estamos haciendo lo correcto. Nuestro ello puede a nuestro lado bueno y caemos en la más profunda depresión... Depresión de la que solemos salir por nuestro propio pie, pero con una gran ayuda siempre.
Es curioso observar la lucha entre nosotros mismos, con un moderador totalmente imparcial que ¡voilá! somos nosotros mismos de nuevo.
¿Cuando sabemos entonces que lo estamos haciendo bien, o cuando sabemos que lo estamos haciendo mal?
A veces uno mismo puede ser la mayor tortura para si mismo.
Perdonad por las redundancias.
Un saludo blogueros, Jaime.