Antigua misiva de un cartero que llama las veces que cree necesarias...
Siempre he pensado que las cartas son la forma más eterna de dirigirse a una persona, por mucho o poco valor que entrañe en su interior. Para bien y para mal.
Contiene una triste historia inventada.
Si, de repente, viste algún parecido
con la realidad...
no es debido más que a la enrevesada
manera que, en cierto sentido,
tiene la casualidad.
Dice algo así:
Me resulta fácil volar con la mente,
ser un ágil atleta ganando olimpiadas,
llegar a la meta entre tanta gente,
saltar de alegría al verte en las gradas.
Me resulta imposible no imaginarte,
vivir lo invivible sin ti a mi lado,
llorar de impotencia al no poder tocarte,
fugaz esencia que revive el pasado.
Me resulta extraño tenerte tan lejos,
malamente me apaño entre tantos rastrojos,
vente a ver conmigo los brillantes reflejos
que el sol, de castigo, pone ante mis ojos.
Me resulta normal echarte de menos,
lo paso fatal cuando tú ya te has ido,
escaso es el tiempo que no disponemos,
o lucho por ti o contra el olvido.
PD:
Es muy fácil volar con la mente...
vámonos sin preaviso, muy lejos, enana.
Años insumisos de la década de los veinte.
Seamos extraños reflejos en tu ventana.
3 comentarios:
Buenisima Sabina, me gusta mucho la descripción que utilizas para dar una carta... porque una carta es algo mas que un papel escrito... es un papel escrito normalmente con algo mas importante que simples palabras unidas entre sí.
Muy buena, Saludos
Escribes genial... Ojala algun dia escriba yo asi... O al menos parecido ;)
Gracias por vuestros halagos. No escribo mucho, únicamente cuando me siento triste. En esos momentos las palabras suelen surgir solas.
Rocknrollstar, anímate y cuelga algo más.
Un saludo
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