Hay veces que susurras en mi oído como el viento
y otras gritas, a modo de escarmiento, mi nombre
esperando que sea yo, y no otro hombre,
quien te busque cuando te falte el aliento.
Y cuanto más deseas escuchar un silbido,
más lejos vuelan las hojas tras mi paso
desvelando una carretera, ruido, un vaso.
Mientras, yo me sumerjo en lo prohibido.
Sin embargo, no me olvido de mi olvido
y por mi cabeza reptan tus recuerdos
y tus palabras y el polvo y mis muertos.
Ojalá fuera pronto... Entonces no te habría perdido.
Ya no distingo el tiempo que nos separa
ni la distancia que realmente nos aleja.
Aunque tus llamadas no reciban más que mis quejas,
sabes de sobra qué futuro nos depara.
Sigo pensando que es mejor que el kilómetro nos resguarde
aunque si el azar, o lo que sea, nos presenta de nuevo,
no sabré negarme, no sabré decir que no me atrevo;
y me fundiré en mi pasado y en el tuyo como si no fuera tarde.
Todas las calles de San Francisco me recuerdan a ti.
Sus cuestas, sus jardines que ayer no regamos
hoy me devuelven la moneda que no pagamos.
Aún no sé si por ti, pero en esta ciudad he de morir.
Quizás tus cartas a ninguna parte se crucen con la mía
en algun tren, avión, papelera o rincón
y, sin ganas de conversar, se den la espalda como tu y yo.
Todas las fuerzas que me quedan... Correos te las envía.
Quiero que el abismo del tiempo sea quien me destruya
pero aun así no quiero perderte de esta forma.
Sólo deseo que la vida que hoy la mía abandona
sea la de este suicida que escribe y no la tuya.
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3 comentarios:
Cojonuda la poesia amigo Sabina!
Muy buena de verdad, ya te dije en su dia que me gusto bastante, a ver si entre todos logramos un sitio donde expresar nuestras ideas y sentimientos.
Un abrazo
Me ha gustado mucho, sobre todo la parte de:
Quiero que el abismo del tiempo sea quien me destruya
pero aun así no quiero perderte de esta forma.
Sólo deseo que la vida que hoy la mía abandona
sea la de este suicida que escribe y no la tuya.
Me encanta esta parte, muy buena ;).
Gracias a los dos por vuestros comentarios. Me alegro de que os haya gustado.
Espero aportar poco a poco algo a esta pequeña libreta de renglones torcidos y márgenes anchos. Los márgenes siempre han sido mis cuadernos de bitácora.
Un abrazo.
sabina
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